miércoles, 6 de abril de 2011

La presita que haz de comer

El ala, dicen las abuelitas, es la presa del forastero, de quien llega a última hora y pone en aprietos a la encargada de la cocina. La pechuga es insípida y, aunque jugosa, no es la preferida por la mayoría de los colombianos, que prefieren una pierna-pernil, ojalá grande y esponjada.  
Cuestión de gustos. En la tierra del chicken kentuch friend, en cambio, las alas y la pechuga son apreciadas tanto como lo es la pasta para un italiano o la paella para los españoles.
Los cuartos traseros, es decir la pierna-pernil, son un desecho para los monos del norte, que adquirieron el gusto por las aves desde el mismo momento que viajaban con ellos en la conquista del Oeste. Es una presa que se vende a precio de feria porque rara vez a sus sartenes y ni siquiera es tenida favorita en la fabricación de subproductos.
¡Pobre presa! El hecho de estar por fuera del paladar de los 300 millones de voraces rubios tiene una consecuencia inobjetable: ir a parar al plato de centenares de países pobres y en vía de desarrollo que comercian con la primera potencia.
Aunque la negación al pernil es atribuida a cuestiones culturales y a las glándulas del gusto, lo cierto es que los norteamericanos tienen la percepción de que en los cuartos traseros se acumulan las sustancias no biodegradables del pollo. Y ellos, expertos en la comida chatarra, prefieren la precariedad del ala y la insipidez de la pechuga a depositar para siempre en sus organismos las vitaminas que en 15 días hacen de un polluelo una ave de peso mayor.
A los cuartos traseros es que doña Leonor Serrano, la poderosa de Kokorico y centenares de avicultores le tienen miedo. El TLC vendrá con mucha pierna-pernil, y los gallos del negocio criollo irán a cantar a otro lado. Al menos, eso dicen ellos.

La Celda de los Nule


Después de tantos lujos vividos por los Nule, aprecien la celda de la Fiscalía donde pasaron la noche. Aquí se destacan dos ejemplos de su posada.

Con Jaime Araújo, Iván Moreno enfrenta al Procurador con su álter ego

Con Jaime Araújo, Iván Moreno enfrenta al Procurador con su álter ego


Hasta ahora, los procesos en la Procuraduría por el llamado ‘Cartel de la Contratación’ han sido una gran vitrina para el procurador Alejandro Ordóñez. Pero ahora que el senador Iván Moreno nombró al ex magistrado Jaime Araújo como su defensor, esa vitrina podría terminar siendo contraproducente.
Con Ordóñez de un lado y Araújo del otro, el proceso promete convertirse en un auténtico espectáculo y en un debate más político que jurídico.
Y es que, después de que el Procurador sancionó al ex contralor de Bogotá Miguel Ángel Moralesrussi y al ex congresista Germán Olano por haber sobornado a los Nule, el senador Moreno ha luchado con todo tipo de armas para no correr con la misma suerte. Araújo es la más reciente.
Inicialmente, el senador nombró como defensora a Luz Stella Mosquera de Meneses. Mosquera es de Bucaramanga, como el Procurador, y se dijo que eso podía ser una ventaja para la defensa del senador puesto que eran conocidos de antaño. Pero unas semanas después, el 14 de marzo, la abogada renunció porque a su juicio no existían suficientes garantías en el proceso. Parecía que Ordóñez había ganado el primer round.
Pero Moreno le dio la vuelta al resultado. El 22 de marzo se presentó a la audiencia solo, sin abogado. Afirmó que su falta de defensa técnica violaba su derecho al debido proceso. Acusó al Procurador de ser el culpable de esa violación, porque, según él, no debió aceptar la renuncia de Mosquera. Y dijo que, cuando Ordóñez pidió al Consejo Superior de la Judicatura que investigara a Mosquera por esa renuncia, atemorizó a los demás abogados. El senador incluso leyó tres cartas, de ex magistrados de las altas cortes, donde explicaban que les habría gustado representarlo, pero que no lo hacían por falta de garantías. Uno de ellos era Alfredo Beltrán, cercano colega de Araújo en la Corte Constitucional.
Como el Procurador le dio unos días para que consiguiera abogado, Moreno buscó a Jaime Araújo para que lo representara.
 
¿Quién es Jaime Araújo?

La elección del defensor es clave en la estrategia de un juicio público y más en uno con tanta visibilidad. Por eso la jugada de Moreno de elegir un abogado que no se amilanará ante Ordóñez y que tiene elementos para controvertirlo en el plano ideológico le podría funcionar.
Araújo nació en Valledupar y es un abogado especialista en derecho constitucional, con posgrados en varias universidades en Italia, México y Colombia. Como magistrado de la Corte se caracterizó por tener posturas de izquierda y fue ponente de fallos muy liberales como el del aborto. Además, es un ferviente antiuribista, que lo llevó a hacer pataletas tales como abandonar la sala plena cuando se discutía el referendo reeleccionista en 2003, o a insinuar que el gobierno le había pagado al magistrado Rodrigo Escobar Gil para votar a favor de la reelección, o que la Corte había votado un proyecto de fallo sobre la ley de Justicia y Paz, y finalmente había salido otro
Esas posturas, usualmente radicales, le dificultaron armar consensos dentro de la Corte, y sus proyectos de sentencia fracasaron con frecuencia, por lo que es el magistrado que más salvamentos de voto ha presentado a las decisiones de la Corte.
Esa calidad de contradictor por naturaleza se manifestó con más fuerza cuando salió de la Corte y se lanzó a la Presidencia de la República. Obtuvo el apoyo de la Alianza Social Afrocolombiana, se manifestó porque no fue invitado a los debates presidenciales de RCN y Caracol Televisión, lanzó propuestas polémicas como la de un congreso unicameral o una cuota femenina del 50 por ciento en las tres ramas del Estado.
Y es que Araújo no es ajeno a los tejemanejes de la política y el poder. A la Corte llegó, ternado por el Consejo de Estado, en una terna liberal para la que también sonó Luz Stella Mosquera, del Consejo Nacional Electoral, donde obtuvo su cargo en representación del Partido Liberal. Ya antes había sido diplomático ante el Vaticano, y ocupó varios cargos de menor rango, como director de la aduana de Bogotá. En 1990, intentó llegar a la Asamblea Nacional Constituyente por el Partido Liberal, como único candidato cesarense. Además, es de una familia con tradición política, pues es miembro de los Araújo de Valledupar. De hecho, ese apoyo político fue clave para que llegara al Consejo Nacional Electoral en 1998, después de un fallido intento en 1995, como miembro del ala serpista del Partido Liberal.
En todo esto, Araújo se parece a Ordóñez. Los dos son abogados con largos años de experiencia en la rama judicial, fueron magistrados de las altas cortes y participaron en política electoral (Ordóñez fue concejal conservador de Bucaramanga entre 1986 y 1989). Además, tienen posiciones ideológicas claras, pero diametralmente opuestas, y les gusta figurar en los medios.

La estrategia de Moreno

Con la negativa del Tribunal Superior de Bogotá a conceder la tutela por la que Moreno esperaba obtener que el Congreso nombrara un procurador ad-hoc para su caso, la estrategia se reenfoca en su proceso disciplinario. Por eso la designación de Araújo cobra aún más importancia.
Araújo es un personaje que no le tiene miedo a las cámaras de televisión y que, más bien, le gusta aparecer ante ellas. Como escribió una vez la revista Semana, “los colombianos están acostumbrados a las salidas mediáticas de Jaime Araújo”. En eso se parece a Ordóñez, y por eso la publicidad que se le ha dado al proceso, ahora puede jugar a favor de Moreno y no de Ordóñez. Araújo intentará aprovechar la publicidad para avanzar sus ideas (y su persona) y de paso, reforzar la idea de que Moreno es un perseguido político de Ordoñez y del establecimiento.
Además, Araújo tiene la ventaja de que el terreno en el que se desarrolla la estrategia de Moreno es uno en el que él tiene más experiencia que el Procurador. Los argumentos de violación al debido proceso no son de derecho disciplinario ni administrativo, que son los campos en los que Ordóñez es un experto, sino en los del derecho constitucional, donde Araújo tiene ventaja.  El haber estado ocho años en la Corte Constitucional, conoce su jurisprudencia, que él mismo ayudó a producir.
Pero, además, la presencia de Araújo promete un espectáculo político. Sus creencias ideológicas son tan firmes como las de Ordóñez. Araújo fue ponente de la sentencia que permite el aborto en tres casos, y Ordóñez es enemigo declarado de esa posibilidad. Araújo es un defensor de los derechos de las minorías sexuales (incluso, no votó la sentencia de la Corte que otorgó derechos patrimoniales a los homosexuales, porque él buscaba una decisión que fuera más allá), mientras que Ordóñez escribió un libro oponiéndose a la jurisprudencia en esa materia y lo tituló “El derecho de nuestra animalidad”.
Con esos antecedentes, el nombramiento de Araújo le asegura a Moreno contar con un defensor apasionado, para quien es una oportunidad de oro ser el contradictor del Procurador. Si Araújo logra convertir el caso disciplinario por presunta corrupción en un caso de violación de derechos humanos y persecución política, Moreno habrá ganado mucho. Así termine sancionado, habrá abonado el terreno para una posterior demanda ante el Consejo de Estado. Y Araújo habrá conseguido la televisión que no tuvo cuando aspiró a la Presidencia y sacó menos de 20 mil votos.